sábado, 20 de diciembre de 2014

La diferencia

No eres canción, eres música.
No eres metáfora, eres poesía.
No eres artista, sino arte.
No eres ciudadano, eres un mundo a parte.

No eres héroe, eres quien ha salvado a este saco de huesos de caer en un pozo sin fondo.                Solo te hizo falta un abrazo
No eres arquitecto, eres quien ha creado mi mejor sonrisa.
No eres médico, eres quien cura mis heridas con el roce de sus dedos.
No eres ginebra, eres quien me quita las penas emborrachándome a besos.

No eres fácil de descubrir, pero yo ya conozco cada rincón de ti.

En definitiva no eres lo que nadie espera, pero eres todo lo que yo esperaba.

Y esa
      Es la gran diferencia
              Entre tú y el resto de la gente.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Un par de botas azules y un paraguas rojo

Vuelve a mirarse por enésima vez al espejo. Último toque de rimmel, horquillas en su sitio y sus botas azul eléctrico. Se dice a sí misma que está lista y con una sonrisa radiante pero nerviosa sale de casa.
Va caminando y le persiguen los nubarrones, no lleva paraguas pero no cree que la lluvia le gane la carrera, hoy nada puede salir mal. Pero el sol se esconde por completo, el aire la despeina y comienza a llover. Ni taxi, ni bus, ni paraguas, llega demasiado tarde como para pararse a pensar en ello.
Empieza a correr, la estará esperando.
Aprieta el paso, salta charcos y se va apartando como puede las gotas de lluvia de la cara, es como si el océano decidiese haberse volcado sobre ella.
Ve su figura, de espaldas, parka negra y un paraguas rojo. Le tiemblan las manos y no sabe si del frío de qué.
Los siguientes 30 segundos se hacen horas. Él se gira, comienza a recorrerla con la mirada, comienza por sus botas y le sale una sonrisa que intenta disimular inútilmente, sigue ascendiendo y puede notar como le tiemblan las rodillas, ojalá el no sea tan lince como para adivinarlo. Ahora le tiemblan las manos y es del terror, de ganas de salir corriendo y volver a casa a sus libros y su soledad. Pero, de pronto nota una mano, su mano cálida en la barbilla, elevándole la cabeza y mirándola directamente a los ojos. El rimmel ya no está en su sitio, el pelo se le ha pegado a la nuca y el agua se precipita desde su nariz, cada vez hace más frío. Nada demasiado importante como para pensar en ello. De pronto nota como sus ojos oscuros como la noche se clavan en los suyos y se siente como en casa, bajo una manta y al lado de una chimenea que hace olvidar el día de otoño que se ve a través de la ventana. Un escalofrío recorre todo su cuerpo a la velocidad de la luz y se siente acogida, protegida.
Él siente que la abriga por fin y ella se siente abrigada, bajo todo el calor que puede dar estar abrazados bajo un paraguas rojo mientras el aire se cuela entre las piernas y las nubes siguen volcando un oceáno a gran velocidad sobre las calles de Madrid.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Magia

Me brillan los ojos, es culpa de tu mirada, que me da para imaginar un futuro lejano,
en el que el resto de la gente quedará lejos.
Creeme,
magia o la electricidad de tus dedos
es lo que causas
al recorrer con ellos mi silueta -que cara saldrá esta vez la factura de la luz y que poco me importa-.
Mantienes el equilibrio, con mis altos y mis bajos. No abandonas, no miras abajo, sino hacia delante y con fuerza, seguro de tus pasos.
Tu mayor acto de valentía.
Has calmado a la bestia, has acabado con la voz de mi interior. Con un simple te quiero has encerrado al cerebro bajo llave, custodiado por la pasión y el corazón.
Tú, que eres ilusionista, mago, trapecista y domador. Amante de las alturas, del riesgo y la adrenalina.
Tú, que me has hecho creer en la magia, en el arte del ilusionismo.
Tú, artista de enseñarme presentes y presentarme futuros tan solo tendiéndome la mano para que te siga,
sabiendo que no dudaré ni un segundo en hacerlo.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Píntame la vida

Vida y muerte son uno solo cuando hablo de ti.
Tan rápido como nacen mariposas en mi estómago cuando besas, sus alas caen cuando dices que no te quedas a dormir.
Nace una melodía cuando me rozan tus dedos, pero muere cuando prefieres despertar las cuerdas de tu guitarra.
Nace la envidia cuando posas tus labios en un botellín de cerveza una y otra vez, mientras se marchita mi boca esperando esa misma pasión.
Me gusta cuando haces que seamos uno solo, matar al tú y yo para dar vida a un ser superior, un nosotros.
Muere el mundo a mi espalda cuando te miro a los ojos y nace la conexión más electrizante que he sentido nunca. Gracias por enseñarme un mundo diferente a través de azul de tus ojos, un lugar donde hay sitio para mi.
He decidido que mi corazón vivirá allí contigo.

La vida es muy puta, pero la magia que creas cuando me cantas la hace soportable. La mía no es de color de rosa, es del color que tú la pintas cuando apareces en mi portal con una botella de vino y una película. Alguien nos tendrá que contar el final, como de costumbre.

viernes, 14 de noviembre de 2014

A ti, mi hogar.

Hoy me han preguntado dónde vivo.
He dicho tu nombre.
Te preguntarás porqué.
Jamás me quedará claro de donde soy ni a dónde me llevarán mis pasos, no se dónde terminaré. Pero me siento en casa cuando apoyo mi cabeza en tu hombro, cuando evitas que me rompa con tus abrazos y cicatrizas mis heridas con tus besos.
Llegaste con un libro bajo el brazo y las gafas llenas de gotas. Debo decirte que desde ese día, las tardes de lluvia son mis favoritas.
No soy una chica corriente,lo habías descubierto antes que nadie y me recibiste en tu sofá con un poema de Escandar Algeet. Todavía quedan cenizas de las chipas que saltaron aquella tarde de febrero.

Después de un tiempo, sigo sin saber mi destino ni si llegará algún día. Ya no recordamos lo que pasó ayer ni queremos saber que pasará mañana. Pero mientras seamos abrigo, mientras seamos leña y fuego, mientras me leas poesía, puedo aguantar los inviernos más fríos y las primaveras más lluviosas.... Se que podré refugiarme en ti, mi hogar.

lunes, 27 de octubre de 2014

Granadas, corazas y ruinas

Un día irás de la mano con tu chica, seguramente alta, esbelta, de pelo largo y pestañas infinitas. Un día paseareis por la calle y acabarás sentado en el mismo banco y maldiciendo ese helado de turrón que se derrite demasiado rápido y te mancha la barbilla, pero dirás que fue intencionado para robarle un beso a tu conquista, fuiste siempre tan embaucador, tan ilusionista. Te verás muerto de frío por dejarle tu chaqueta aunque te juegues una semana con gripe, tu siempre tan atento. Te llevarás tu Canon y con la excusa de fotografiar la primavera, le harás fotos a escondidas que luego le regalarás un álbum que recoja esas y otras muchas fotos más, siempre te ha encantado sorprender a la gente. Ella nunca te dirá que más que de vela y mantas, le gusta tumbarse a observar el cielo mientras escucha a Russian Red, pero eso tú ya lo habrás -misteriosamente- adivinado. Eres detallista, con lo que conseguirás sorprenderla más días de los que ella pudiese imaginar.
El día que ya la tengas más que ganada y enamorada, te habrás cansado y decidirás que ya no la necesitas a tu lado. Y de pronto verás que se te escapaba el pequeño detalle de que ella era demasiado observadora como para ser ciega contigo, que cuando vayas a soltar la bomba, ella ya habrá huido del campo de batalla dejándote un tratado de paz firmado por una de las partes, dando a entender que una retirada a tiempo también significa ganar una batalla. En este caso habrá conseguido proteger su corazón de tus granadas, mientras tú jugabas a enamorarla, ella construía su propia fortaleza en la que jamás tendrás permiso para entrar.
Ahora tú eres ruina y ni siquiera lo ves, porque tus muros siguen intactos. No pides ayuda mientras tu interior grita un auxilio que retumba en tus oidos pero que te niegas a escuchar, siempre tan obstinado.

El día que destruiste mi campamento y arrasaste con todos mis refuerzos te advertí, te dije que no todas serían tan idiotas como yo. Pensé que tendrías en cuenta mis consejos, un poquito más al menos que mis sentimientos. Ahora tienes muchas armas pero nadie a quien enfrentarte, espero que mi voz resuene en tu cabeza y me recuerdes
ahora que yo te he olvidado.

Atentamente, mis ruinas.



jueves, 16 de octubre de 2014

Dispara o sonríe, dolerá de todas formas

Te me has ido de las manos, te has ido escapando lentamente como esos granitos de arena contenidos en una figura de cristal. Tú lo sabías, viste desde el principio la fecha de caducidad que esto tenía y no tuviste las agallas de decírmelo. Maldito cobarde. También conocías todo lo que yo veía en ti y aun así te marchaste por la puerta de atrás. Me conoces mejor que yo misma y eso me asusta todavía hoy.
Después de muchos meses creo que ya soy capaz de meterte una carta en el buzón -aun no me siento preparada para escuchar tu voz a través del teléfono, toda la paz que me transmitieses se cortaría en cuanto pulsase el botón rojo- Espero que deduzcas como estoy por mi puño y letra, han sido muchos años de convivencia.

Me metí en la boca del lobo y me quedé allí a dormir. Que oliese a ti fue la excusa más tonta y masoquista que he usado nunca. Es cierto que no es oro todo lo que reluce, pero brillabas tanto y a la vez transmitías una luz tan cálida que, si alguna vez hubieses prendido, me hubiera dejado rodear por el fuego, inmune a tus llamas. Pero cuando empecé a ver, fui yo la que no quiso mirar más allá de lo que tenía delante, no quería aceptar que te desvanecías y yo misma me coloqué la venda sobre los ojos. No tuve, o no quise tener, el valor de quitármela hasta que viniste a por tus últimas cosas y te fuiste de puntillas y sin hacer ruido. Ojalá hubieras oido el eco de mi corazón en ese instante, quizás hubieses vuelto.
Tu abriste y cerraste mis puertas. Me puse un candado a prueba de balas y cabrones como tú, y tiré la llave al río; quién sabe, puede que un día alguien un poco menos rana que tú y algo más persona, llame a mi puerta y lleve esa misma llave colgada del cuello.
Esto es todo, o nada.
Iba a ser siempre tuya y ahora soy solamente mía, para siempre.

Gracias por hacerme daño para descubrir que a quien no debo fallarle nunca, es a mi misma.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Podría ser siempre primavera, contigo.

"Juro que nadie ha pasado más frío que yo en plena noche de verano
cuando no le tenía cerca.
El polo norte se derretía mientras yo tenía los pies helados."
Desde el día que les hablé de ti describiéndote con aquellas palabras y vi su gesto, compredí que jamás comprenderían nada que tuviese que ver con nosotros dos.

Me dijeron que cuando te caes debes levantarte,
Pero es que nunca han caído en tus brazos, ese lugar en el podría mecerme de por vida.
Dicen que por obsevarte me pierdo todas las noches de luna llena. En verdad si que la contemplo, pero es mucho más estimulante intentar adivinar cuantas pecas recorren tu cuerpo. Siempre acabas haciendo que pierda la cuenta.

Dicen que tú no me haces feliz y ni siquiera conocen, ni podrán experimentar, esa explosión de felicidad que produces en mi cuando terminas tus besos mordiendo mi labio inferior.

Seguirán hablando sin saber, como de costumbre.
Pero aun no se han dado cuenta de que si tú sigues pellizcándome el corazón cuando sonríes, no voy a perder el tiempo en escucharles.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Tormenta

Se avecina en tormenta, acompañada de un huracán que va a volcarme la vida patas arriba y lleva tu nombre.
Dicen que tus manos vienen a enredarse en mi pelo,
que vas a clavarme besos como cuchillos en el cuello.
Que si dejo que vengas, cuando decidas marcharte, me dejarás cicatrices y una opresión de pecho,
dolor en las costillas.
Que yo no tengo el corazón acorazado, ni preparado para tan fuertes rachas de viento que dicen que provocas, pero sé a ciencia cierta que la curiosidad no va a jugar a mi favor.

Quizás debería salir corriendo, evitar todo peligro, dicen que es mejor prevenir que curar.
Y es que tú eres de esas tormentas con alto riesgo de provocar una explosión de mariposas mezcladas con dolor en mi interior.

Solo hay un problema.
Siempre me han gustado demasiado las tormentas y tus ojos me están atrapando como una de ellas. Podría escapar, es cierto, pero no estoy segura de querer hacerlo.
Tus ojos siempre han sido mi color favorito.

viernes, 29 de agosto de 2014

Café, por favor

Un día le miré y un hilo invisible me conectó a él y, desde ese día, no observarle mientras estaba absorto en sus libros y su café resultaba realmente complicado.
Una vez, cuando yo creía que no me observaba, se giró y pude apreciar un leve brillo en sus ojos, puede que por las ganas de compartir un café con él, lo imaginase. Pero lo cierto es que días más tarde se acercó a mi mesa con dos humeantes tazas. Recuerdo que ese mismo día nos sorprendió la noche y el dueño apagando las luces. No me dió su teléfono, ni yo se lo pedí... Tenía una corazonada de que volvería a encontrarle en la misma mesa, perdido en sus cosas y con una sonrisa que creo que nunca voy a poder quitarme de la cabeza. Y apareció, con su brillante sonrisa y sus gafas negras, y algo en mi interior se removió...

Ella, tan bonita, tan delicada, tan graciosa cuando se manchaba el labio superior de chocolate. No podía dejar de mirarla sentía que a partir de ella, podría escribir miles de historias que siempre terminarían definiéndola de una manera u otra. Aun sabiendo que iba a verla cada tarde concentrada delante de su portátil, una sensación de miedo a la que muchas veces quise obviar, me invadía... 
Jamás sabré por qué solo nos quedamos en esas conversaciones que no decían nada mientras sabíamos a ciencia cierta que las miradas hablaban más por si solas que por nosotros mismos...

Creo que acabamos por darnos cuenta de que las palabras tan solo llenaban un espacio que, en nuestro interior, solo hacía crecer un vacío cada vez mayor. Y si que es cierto que una vez quisimos comernos a besos pero, al contrario que con nuestras innumerables conversaciones, terminó por comernos la lengua el gato. Esa tarde, cada uno, sin el número del otro, tomo rumbo a su casa mientras buscaba otra cafetería que ni deseándolo nos iba a regalar los momentos que pasamos.

domingo, 17 de agosto de 2014

Roma no es de fiar

(Querida) Roma:
Me dijeron que podrías llegar a gustarme, que me ibas a conquistar sin darme cuenta, que me perdería por tus calles y descubríria cosas que nunca creí. Y casi sin proponérmelo me dejé llevar... Al principio intrigada, más tarde maravillada, hasta que conseguiste que cayese rendida a tus pies.
Primero admiré tu belleza, paseé por tus calles, conocí tus barrios, tus restaurantes, tus lugares más conocidos a la vista de todos. Con el tiempo te abriste a mi como un libro abierto y dejaste que viese pequeños rincones llenos de encanto, tu cara A y tu cara B, las huellas de otras personas, la marca del paso del tiempo.
Pronto dejé de sentirme una simple turista para ser ciudadana ejemplar, me pusiste casi en lo más alto, casi diría que tocaba las nubes con la punta de mis dedos. Todo parecía muy sencillo, todo iba bien, demasiado bien... Hasta que me di de bruces contra la realidad... Que cruda y que jodida, por cierto, pues con el tiempo comenzaste a dejarme caer, sin hacer nada para evitarlo... Y yo no llevaba paracaídas, nadie me había previsto para esto. De pronto ya no era reina, era ruina, escombro de tu paso por mi vida como un huracán, arrasando con todo sin darte cuenta o -sin querer hacerlo- de lo destrozabas a tu paso.
Esto me pasó por inocente, porque es muy fácil llegar a ti Roma, es muy fácil encontrar tu encanto y creerse parte de ti. Pero ahora dime,  ¿Quién va a atreverse a reconstruir lo que tú dejaste en mil pedazos? ¿Quién será capaz de hacer que, a pesar de todas tus putadas, yo deje de verte preciosa?

martes, 5 de agosto de 2014

Que fácil parecía olvidar(te)

A veces consigue escapar de su sonrisa, pero no cree que con eso sea suficiente.
A veces consigue de dejar de recordar en color sepia -como en las películas- esos momentos que a ojos ajenos pudieron ser insignificantes.
A veces consigue dejar de pensar en ella cuando suena una canción o cuando otra lleva el mismo vestido - rojo, atado al cuello y de vuelo-. Cuando él la levantaba en brazos sentía que era el mismo el que volaba
En ocasiones es capaz de dejar de verse con ella en lugares que recogieron parte de su historia; algunos dicen que fue breve, otros que no tanto... Pero si en algo coinciden quienes la siguieron, es que fue intensa.

Y otras muchas veces, más que todas las anteriores juntas, intenta autoconvencerse de que a lo mejor no fue para tanto, que quizás todo lo que recuerda lo exagera el deseo de tener a alguien en quien apoyarse.
Y muy pocas ocasiones son las que le dan la razón... Sigue imaginando su sonrisa en boca de otras, pero no encuentra en ellas la tranquilidad que la suya inspiraba. Los momentos no se desgastan con el tiempo como pasa con las fotos cuando las miras demasiadas veces. Sigue perdiendo el sentido cuando suena esa canción y se la imagina a ella con ese vestido rojo mientras baila, aunque ya no siente que vuela, sino que se hunde en la tristeza.
Tampoco él sabe si su historia fue corta o no. Pero coincide en que fue intensa, porque reconoce que, insconcientemente, siempre termina sentado en alguno de esos lugares donde todavía quedan restos de sus promesas.

jueves, 17 de julio de 2014

Nunca he sido de terceras personas

Dices que quieres que solo seamos tu, yo y el presente. Y entonces yo te pregunto ¿Qué pinta aquí el presente? ¿Por qué tenemos que catalogar lo que vivimos?
Y es que, simplemente, contar con un pasado, presente o futuro, me parece innecesario, una forma inútil de preocuparse por algo tan difuso como es el tiempo. Resumiendo, está de más aquí.
Verás, yo nunca he sido de terceras personas, no me gustan las multitudes, y creo que el tiempo también cuenta como tal. ¿No crees que es mucho mejor centrarse en el tu y yo? ¿No merece más la pena llegar a fusionarlo en un simple Nosotros?
Vámonos a cometer locuras y que le jodan al presente y todo lo que trae consigo. Vamos a bañarnos desnudos al mar, coge tu mochila y vayámonos a cualquier lugar a hacerlo nuestro paraiso secreto. Vamos a llamar a todos los timbres, a tirarnos en paracaídas sin pensarlo dos veces. Alquilemos un yate que nos lleve a una isla para hacerla nuestra. Dame un primer beso, y un segundo, y todos los que vengan, te dejo que los acompañes con caricias.
En realidad soy capaz de hacer cualquier cosa que me propongas, sabes que por ti sería tan idiota de dar mi alma al mismísimo diablo. Prometo hacerlo, pero con una única condición, que no pienses nunca en que tiempo de verbo estamos viviendo.


«Yo no sé nada del amor, pero si me parara la policía, diría que toda la droga es mía» Irene X, El sexo de la risa.

viernes, 11 de julio de 2014

¿Tenías pensado volver?

El cenicero está más que lleno. Llevo tanto tiempo esperando a que vuelvas que, para matar el tiempo, cuento las horas por cigarros que me fumo y no por el movimiento de las agujas del reloj. He llegado a la conclusión de que no por más que lo mire, el tiempo va a pasar más deprisa ni tu vas a llegar antes. Porque tienes pensado regresar ¿no?
Me estoy ahogando entre tanto humo y creo que deberías venir a rescatarme.
En serio, sálvame, sálvanos. Recuperanos y recupera el tiempo, que dice que se siente perdido y abandonado.
Estoy de acuerdo con el, deberías hacerle caso.
Tengo un plan, pásame a buscar a las siete y después salimos en su busca. Estoy segura de que se dejará ver.
Joder, que vengas. Sálvame o lo que creas mejor para mí, para ti, para ambos. No te quedes de brazos cruzados, la vida no se traza sola y la tuya no es ninguna excepción.
Estoy pensando demasiado, escribiendo(te) gilipolleces entre calada y calada. No se si será buena idea que lo leas.
Si no vienes pronto no se cómo puede terminar esto.

martes, 1 de julio de 2014

Descorchando ganas de comerse el mundo

Descorcha champán, porque sí, porque toda herida merece una buena bienvenida aunque en el fondo -y no tan hondo- duela.
Poco a poco se va quitando la ropa mientras la bañera se va llenando a la vez que crece la espuma de esas sales que ha comprado en la tienda que hay a la vuelta de la esquina, aunque ese olor le traiga recuerdos que escuezan todavía.
Se mete en su Atlántico particular. Busca a Lana del Rey y toda su discografía en el reproductor para intentar evadirse del mundo por un tiempo, aunque no está muy segura de si lo conseguirá. Al lado ha dejado papel, boli y el maldito móvil con el wifi conectado y el whatsapp activado.
Durante la media hora que pasa dentro del agua, le pasan miles de cosas e ideas estúpidas, o quizás no tanto, por la cabeza.
Y a si misma se dice: "menos mal que mi conciencia le tiene más aprecio a mi vida que yo"
Porque sí, durante esa media hora ha querido escribir una  carta a quien no la merecía, empezar a mandar mensajes de whatsapp que pedían a la vez una explicación y una segunda oportunidad que no hubieran tenido mucho futuro. Incluso se ha atrevido a bucear en su Atlántico sin tener intención de salir con la convicción de que ya nada más podría sorprenderla ni ayudarla a sobrevivir.
Pero, en el momento más crítico, ha aparecido su conciencia junto con la sabiduría para decirle que hay muchos peces en el mar. Y con una inspiración forzada y la boca abierta, ha emergido a la superficie con unas pocas ganas más de volver a comerse el mundo.

martes, 17 de junio de 2014

Herida de bala

¿Cuántas veces decimos haber curado una herida? ¿Cuántas veces decimos que ha cicatrizado? ¿Cuántas de esas veces eso ha sido real?
La herida duele y deja huella. Las hay más profundas o menos, más dolorosas o menos. Algunas cicatrizan antes que las demás. Pero, normalmente, solemos olvidarnos de esas parece que no hemos sufrido, de esas que pasamos por alto pero duelen por dentro mucho más que la marca exterior que puedan dejar... Son de esas que parece que no existen, hasta que reaparecen. El problema no es que la herida reaparezca, el problema es que somos nosotros mismos los que conseguimos reabrirla sin darnos cuenta -bueno, en muchos casos sí- y empezamos a hacerla más y más profunda hasta llegar a como estaba al principio. Y da igual, da igual cuantas personas haya a tu alrededor que acudan a ti con agua oxigenada, vendas y betadine... Que si tu sigues empeñado en ver la herida abierta, no habrá manera de cerrarla, aunque sepas que te haga daño.

Pero al igual que hay muchos tipos de heridas, tambien hay muchas formas de intentar controlarlas, evitar que vuelvan a sangrar. Todo depende de quién, cómo y cuándo.

Pero después de todo ello, después del duro proceso de cerrar, curar y rehabilitar, queda una cicatriz, puede que una de muchas. Una cicatriz que cambia, que forma y a veces incluso causa el elegir un camino u otro. Incluso aunque digan que todos los caminos terminan llegando a Roma.

lunes, 26 de mayo de 2014

Hoy, mañana y siempre

Ojalá no hayas perdido las ganas de vivir.
Ojalá sigas con esa manía de contagiar una carcajada.
Ojalá sigas siendo tan cabezona y persistente en tu trabajo que nunca dejes a medias algo por lo que tanto has luchado.
Ojalá cuentes tus amigos con los dedos de una mano, eso significa que todo va bien.
Ojalá puedas decirles alguna vez a tus nietos que tus arrugas significan que siempre, ante todo, has sido feliz.
Ojalá algún día la vida te devuelva todas las sonrisas que regalas en forma de una gran experiencia que definir como irrepetible y espectacular.
Ojalá cada vez tengas menos de esos días rojos que describía Audrey Hepburn en Desayuno con Diamantes.
Ojalá sigas pensando que eres más de interpretar el papel de heroína que de princesa Disney.
Prométeme que vas a conseguir dar solo importancia a cosas que realmente lo merecen, que lucharás exclusivamente por aquello que merece la pena.
Prométeme que vas a echarle un pulso a la vida, que vas a hacer frente a todas las adversidades que se te pongan por delante y más.
Prométeme que aunque pongas tus sueños por las nubes, seguirás teniendo los pies en la tierra.
No se te olvide ser aquella persona que quieres ser y no lo que los demás esperen que seas.
Permítete el lujo de tropezar con alguna piedra, porque no son errores, sino lecciones y porque además de años, también crecemos a base de daños.
Que nunca se acaben tus metas, tus ilusiones, tus ganas de superarte cada día, de proponerte retos y superarlos. Y sobretodo y lo más importante... Que nunca se apaguen tus ganas de ser feliz y contagiarlo a quienes te rodean.

domingo, 27 de abril de 2014

La imperfección también es bonita

No es rubia, no tiene ojos claros, no tiene el mejor físico, no suele llamar la atención y hay aspectos de su personalidad que te irritan. No sabes ni cómo ni por qué, pero te ha calado hondo y no puedes sacártela de la cabeza. Y tú, cabeza hueca, que siempre has asociado la belleza y la perfección que buscabas en otro prototipo, te encuentras de pronto con que esa sonrisa torcida, esos ojos tan comunes, esa risa tan extraña y escandalosa, esos cambios de humor y esa manera tan diferente a la tuya de ver la vida, se han convertido para ti en las imperfecciones con las que nunca te has encontrado.
Te empeñaste en buscar la perfección en un estereotipo fijo sin darte cuenta que la imperfección es otra de las cualidades que hacen especial a su manera. Porque no será la típica chica que se lleva a todos los tíos de calle, tan sencilla de entender como esperabas ni te pone las cosas tan fáciles como te gustaría. Pero a ti, que creias conocerte a ti mismo, te ha roto los esquemas, te ha desordenado todo, como si de pronto alguien hubiera entrado a tu cuarto y lo hubiera destrozado todo sin venir a cuento.
Y es que, por mucho que lo neguemos, tenemos esa manía de seguir una línea fija sin atrevernos a salirnos del camino.
Tendemos a seguir el sendero fácil por el que todo el mundo va porque pensamos que es el más correcto sin darnos cuenta que, a veces, hay que detenerse y descubrir que la imperfección de un camino secundario puede darnos más felicidad por el simple hecho de que es más perfecto a nuestro parecer aunque a los ojos de los demás sea una aunténtica locura.

lunes, 14 de abril de 2014

Butterfly

Vacío.
Eso es lo que sintió entonces. Así como un golpe seco en el estómago que hizo que todas las mariposas que había acumulado en el estómago salieran disparadas.
El vacío trajo consigo la realidad, otro golpe seco. Se dio cuenta que las cosas nunca habían sido como pensaba, que nada había sido de color de rosa, y que esas estúpidas mariposas y los pájaros en la cabeza, le habían jugado una mala pasada. Comenzó a asimilar que no es que todo se hubiera acabado porque quizás ni siquiera había comenzado, se dio cuenta de que las cosas no cambian por si solas, que a lo mejor debería haber cogido el toro por los cuernos cuando pensó que era arriesgado.
Fue entonces cuando llegó la siguiente parte: la rabia y el miedo. Rabia por ser tan cobarde, por huir de la situación en vez de enfrentarse a ella, por no tener las agallas de decir la verdad... Y miedo, miedo a retroceder, a perderlo todo, a no ser capaz de ir a por lo que había dejado escapar.
No era capaz de pensar con claridad... Le decían que dejara la mente en blanco, que centrara su cabeza en otra cosa, que a lo mejor tenía que pasar porque le esperaba un futuro próximo mejor que no conocía.
Y lo intentaba, lo intentaba sin descanso, pero por más que andaba intentando esquivar esa piedra terminaba chocando con la misma una y otra vez. Y desde entonces allí sigue, delante de esa piedra, intentando comprender, intentando averiguar la manera de esquivarla... Lo que en realidad no ve, o no quiere ver, es que quizás deba aprender que debe saltarla, que debe "enfrentarse" y superar un pequeño obstáculo que, en comparación con otros aspectos de su vida, es prácticamente insignificante.

jueves, 27 de marzo de 2014

Haz lo que te de la gana, pero que te haga feliz

¿Tu personalidad no es la que se espera de ti? Enhorabuena, eres una persona única que rompe reglas establecidas.
Deja de empeñarte en ser como otra persona, si te pones un modelo a seguir, que sea solo una guía. Se única, real, transparente... Se tú misma.
Siempre se oye la frase de "tiene mejor cuerpo, una sonrisa más bonita, tiene lo que quiere y yo no tengo nada" y entonces yo pienso ¡Joder! Ten valor de crecer como persona tal y como eres, haz aquello que te apetezca en cada momento... Ríe cuando te venga una carjada, desahogate como y cuando quieras, vive experiencias, disfruta de los momentos más insignificantes si te apetece. No dudes en bailar hasta que te duelan los pies, saltar, llorar con cualquier emoción que se te ocurra...
Hay muchas cosas que se pueden hacer  a lo largo de nuestra vida, demasiadas quizás, pero ninguna tiene valor si no se cumple lo más importante: ser uno mismo en todo momento.
Que no importa el que diran, que al que no le guste como eres que se media vuelta sin opción a dar su opinión, que antes de todo aprendas a valorarte a ti mismo, halagar tus virtudes y hacer de tus defectos algo bueno.

Hace tiempo que yo deje de valorarme según la opinión de las demás, que decidí que yo sería feliz a mi manera, que iba a ser como yo quisiera ser y no como el resto esperaba o quería que fuese.
Sentirse única es, desde mi punto de vista, la mejor de las cualidades de una persona
«Se tú misma, los demás papeles ya están cogidos»

jueves, 20 de marzo de 2014

Día Mundial de la Felicidad

"Estado emocional que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas. Se define como una condición interna de satisfacción y alegría que ayuda a muchas personas".
De esta manera es como se define técnicamente la felicidad. Pero por suerte, me he dado cuenta de que no solo se es feliz cuando se consigue algo que buscamos y por lo que luchamos. Los diferentes caminos que tomamos para llegar a nuestra meta tienen innumerables detalles que nos hacen sonreir, nos producen incluso mariposas en el estómago... En definitiva, nos hacen un poquito más feliz.
Porque la felicidad son muchas cosas, tantas, que hay ocasiones que no somos conscientes de ellas.
Felicidad es darse que cuenta de que nada es demasiado importante, es darse cuenta de que por ti mismo vas a ser capaz de alcanzar tus sueños, es ser capaz de sacar una sonrisa a quien te lo propongas, es apreciar cualquier mínimo detalle que hace tu día mas soportable, es reirte a carcajadas porque si, aunque no tengas ningún motivo aparente. Felicidad son momentos, detalles, personas, deseos... En definitiva, es algo muy complejo para intentar definirlo, ya que cada persona encuentra este maravilloso estado de ánimo en diferentes rincones.
Tanto en pequeñas dosis como de golpe, que nunca nos falten las ganas de ser felices

lunes, 10 de marzo de 2014

Ladrona de libros

Leer siempre me ha encantado, una historia te llama, te acoge y te atrapa y te ves tan absorbida que hasta que no terminas no puedes hacer otra cosa, y además, si termina te deja asi como un vacío y en ocasiones necesitas volver a empezar para rescatar los detalles que con la emoción y la curiosidad de saber como acaba, habías pasado por alto.
Eso es exactamente lo que te ocurre con esa persona que destaca entre las demás.Es como un libro, dividido en capítulos, con una portada que se supone que habla del libro pero que en realidad no define ni un 5% de lo que es el interior. También tiene un resumen como lo son sus ojos, una primera impresión que habla de lo que se puede llegar a encontrar si una persona está dispuesta a sumergirse en el interior y los entresijos de la historia.
La historia te llama y decides empezar, palabra por palabra, fase por frase y párrafo por párrafo vas descubriendo como es, que escondía ese resumen y esa portada misteriosa. Las palabras se siguen unas otras, al principio parece una fachada, pero poco a poco la historia es algo más profunda, tiene recovecos que descubren algo diferente. Poco a poco dejan de ser sus rasgos y pasa a hablar de su forma de ser, sus acciones y actitudes, lo que esconde su risa y sus momentos de seriedad. Habla de él, de sus cosas, de sus momentos buenos y malos. Llega un momento que crees que no puedes dejar de leer, hasta que el libro no termine no serás capaz de cerrarlo, maldita obsesión esta de leer.
Se suceden los capítulos y hay pasado y presente, pero no habla de futuro. Simplemente está escrito en un borrador, se va escribiendo solo conforme pasan los dias.
A veces parece que escribe él su propia historia, a veces parece que dejas que los dias pasen...Y a veces sigues leyendo simplemente por la curiosidad de si estarás mencionada en alguno de esos capítulos.

domingo, 23 de febrero de 2014

Hay muchas ocasiones en las que tenemos que elegir, otras veces, sin embargo no hacemos elección, la vida no nos pregunta si nos parece bien o mal y hay que agachar la cabeza y asumir o intentar luchar en contra de los vientos.
Hay ocasiones en las que intentamos evitar lo inevitable, que intentamos cerrar el paso a aquello que nos pueda alterar o trastornar. Por todos los medios posibles luchamos aun sabiendo que no hay nada que hacer. No se saben los motivos, quizás es el miedo a arriesgar, las pocas ganas de enfrentarte al problema con lo simple que sería huir...

«Ella quiso evitarlo como otras tantas veces, quiso mirar hacia otro lado intentando obviar la realidad, pues aceptarla igual dolía... Pero entonces ese algo que la vida le puso delante le hizo sonreir y se dio cuenta de que todo estaba perdido...»

Sí, porque si ese algo contra lo que luchamos nos hace sonreir, estamos totalmente perdidos, nos han ganado por completo.

martes, 4 de febrero de 2014

Pequeña

Pequeña de grandes carcajadas y enormes sonrisas, se hace notar sin pretenderlo y sin embargo es invisible a esa persona, sonríe incluso dormida y vive el día a día en la filosofia de la felicidad.

Pequeña rebosante de felicidad, que la descubre en aquellos detalles insignificantes para el resto, que descubre que ser feliz tambien está en no tropezarse al salir de la cama, en recibir una sonrisa de quien la espera, en llegar a casa y sumergirse en un libro, en hablar de todo y de nada, en ver un atardecer ...
Pequeña pecotosa y extrovertida, risueña, con ganas de vivir y demostrar lo que vale, con ganas de disfrutar de esa cosa tan valiosa llamada vida.

Pero también pequeña de grandes miedos y llena de inseguridades, de dar vueltas en la cama pensando demasiado, de acabar con lágrimas en los ojos, de miedo a perder y con miedo a arriesgar.

Sentimientos en cada pequeño rincón de su cuerpo, contradicción entre felicidad y miedo, marcada por personas detalles y momentos grabados a fuego en el corazón. Pero sobretodo, pequeña de alma incansable.

miércoles, 22 de enero de 2014

Que lo real supere siempre a la ficción

Los libros y películas cuentan historias, encierran personajes, encierran sentimientos y vidas entrelazadas.

Cuando leemos un libro o vemos una película, creemos que si seguimos el mismo guión conseguiremos aquello que anhelamos. Pero no tenemos en cuenta que la ficción no esta hecha para el mundo real, para el día a día...
Es cuando sin darte cuenta te dejas llevar por la sociedad, por las guías que siguen ciertas personas y que de pronto todos empezamos a seguir  como si descarrilar fuera una falta grave. Los chicos van al gimnasio para alcanzar el nivel que las chicas ven en las películas, y ellas siguen estrictas dietas para llegar al ideal en el que los chicos se fijan.
Tejemos nuestra vida en torno a "modas" que solo miran por lo de fuera, por la coraza... Si tanto habla la gente de que lo importante es el interior ¿ Por qué no se habla de buscar una felicidad? ¿Por qué no se habla de intentar transmitir empatía sin que importe como vistes o qué color de ojos tienes?
¿Por qué importa más la talla que uses que el tamaño del corazón? ¿ Por qué es más bonita una XS en una camiseta que una XL de corazón?

viernes, 3 de enero de 2014

Fotogramas

Ojalá toda nuestra vida quedará archivada en fotogramas.

Vivimos siempre rápido, con agobios, estrés... Tanto, que cuando ocurre algo que merece la pena recordar o vivir intensamente, lo pasamos de largo.

Vivimos a grandes rasgos, a pinceladas, como si nuestra vida se resumiera a un gran esquema y solo nos pararamos en los puntos generales, dejando escapar pequeños pero importantes detalles.

Vivimos perdiendo tiempo recordando el pasado e intentando imaginar y planear nuestro futuro dejando pasar el presente a la velocidad de un ave.

El tiempo pasa ante nosotros y solo somos capaces de apreciarlo cuando ya no es más que un recuerdo.

Cuando queremos darnos cuenta de las cosas, ya es tarde, ya no podemos cambiarlas. Pero es que hemos vivido esos ratos tan superficialemente, que los pequeños detalles se nos escapan, y lo único que sabemos hacer entonces es reprocharnos el no haberlo hecho mejor, el que si hubieramos actuado de otra forma las cosas serían diferentes.

Lo malo es que nunca aprendemos, seguimos chocando con la misma pared, tropezando con el mismo bordillo.
Ya que no rectificamos, sería bonito guardar nuestra vida en fotogramas, asi un día echaríamos la vista atrás y podríamos descubrir que estamos hechos de nuestras decisiones y que los pequeños detalles son los que marcan la diferencia.