viernes, 28 de noviembre de 2014

Magia

Me brillan los ojos, es culpa de tu mirada, que me da para imaginar un futuro lejano,
en el que el resto de la gente quedará lejos.
Creeme,
magia o la electricidad de tus dedos
es lo que causas
al recorrer con ellos mi silueta -que cara saldrá esta vez la factura de la luz y que poco me importa-.
Mantienes el equilibrio, con mis altos y mis bajos. No abandonas, no miras abajo, sino hacia delante y con fuerza, seguro de tus pasos.
Tu mayor acto de valentía.
Has calmado a la bestia, has acabado con la voz de mi interior. Con un simple te quiero has encerrado al cerebro bajo llave, custodiado por la pasión y el corazón.
Tú, que eres ilusionista, mago, trapecista y domador. Amante de las alturas, del riesgo y la adrenalina.
Tú, que me has hecho creer en la magia, en el arte del ilusionismo.
Tú, artista de enseñarme presentes y presentarme futuros tan solo tendiéndome la mano para que te siga,
sabiendo que no dudaré ni un segundo en hacerlo.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Píntame la vida

Vida y muerte son uno solo cuando hablo de ti.
Tan rápido como nacen mariposas en mi estómago cuando besas, sus alas caen cuando dices que no te quedas a dormir.
Nace una melodía cuando me rozan tus dedos, pero muere cuando prefieres despertar las cuerdas de tu guitarra.
Nace la envidia cuando posas tus labios en un botellín de cerveza una y otra vez, mientras se marchita mi boca esperando esa misma pasión.
Me gusta cuando haces que seamos uno solo, matar al tú y yo para dar vida a un ser superior, un nosotros.
Muere el mundo a mi espalda cuando te miro a los ojos y nace la conexión más electrizante que he sentido nunca. Gracias por enseñarme un mundo diferente a través de azul de tus ojos, un lugar donde hay sitio para mi.
He decidido que mi corazón vivirá allí contigo.

La vida es muy puta, pero la magia que creas cuando me cantas la hace soportable. La mía no es de color de rosa, es del color que tú la pintas cuando apareces en mi portal con una botella de vino y una película. Alguien nos tendrá que contar el final, como de costumbre.

viernes, 14 de noviembre de 2014

A ti, mi hogar.

Hoy me han preguntado dónde vivo.
He dicho tu nombre.
Te preguntarás porqué.
Jamás me quedará claro de donde soy ni a dónde me llevarán mis pasos, no se dónde terminaré. Pero me siento en casa cuando apoyo mi cabeza en tu hombro, cuando evitas que me rompa con tus abrazos y cicatrizas mis heridas con tus besos.
Llegaste con un libro bajo el brazo y las gafas llenas de gotas. Debo decirte que desde ese día, las tardes de lluvia son mis favoritas.
No soy una chica corriente,lo habías descubierto antes que nadie y me recibiste en tu sofá con un poema de Escandar Algeet. Todavía quedan cenizas de las chipas que saltaron aquella tarde de febrero.

Después de un tiempo, sigo sin saber mi destino ni si llegará algún día. Ya no recordamos lo que pasó ayer ni queremos saber que pasará mañana. Pero mientras seamos abrigo, mientras seamos leña y fuego, mientras me leas poesía, puedo aguantar los inviernos más fríos y las primaveras más lluviosas.... Se que podré refugiarme en ti, mi hogar.