lunes, 26 de agosto de 2013

Lágrimas desordenadas

«No pudo evitarlo. Notó como la primera lágrima comenzaba a resbalarle, rozando su mejilla y acabando en sus labios, notándola salada»
Asi empiezan o terminan varias historias, la primera lágrima de muchas. Cada una esconde algo, unos momentos que recordarlos  producen emociones. A veces recordamos el daño, la impotencia, la soledad... Pero también la alegría o la felicidad de saber que algo ha salido mejor de lo que esperabas.
Mucha gente no entiende por qué a veces se llora sin un motivo aparente, no entiende que a veces llorar es la única escapatoria de soltar todo lo que llevas dentro. Es una manifestación diferente de los sentimientos, es una forma de no tener que explicar con palabras lo que sucede, simplemente, porque no sabemos cómo.
Las lágrimas encierran historias, historias que a veces necesitamos que salgan a la luz pero sin tener que contarlas. Necesitamos exteriorizar ciertos momentos, ciertas vivencias para respirar de nuevo, para dejar espacio a otros momentos y otras emociones.
Estas historias y estas lágrimas nos hacen como personas, nos construyen poco a poco y nos llegan incluso a proteger de todo aquello que una vez nos hizo daño, pero qye tambien dejan paso a mas emociones que nos haran felices un dia que no esperemos.