lunes, 26 de mayo de 2014

Hoy, mañana y siempre

Ojalá no hayas perdido las ganas de vivir.
Ojalá sigas con esa manía de contagiar una carcajada.
Ojalá sigas siendo tan cabezona y persistente en tu trabajo que nunca dejes a medias algo por lo que tanto has luchado.
Ojalá cuentes tus amigos con los dedos de una mano, eso significa que todo va bien.
Ojalá puedas decirles alguna vez a tus nietos que tus arrugas significan que siempre, ante todo, has sido feliz.
Ojalá algún día la vida te devuelva todas las sonrisas que regalas en forma de una gran experiencia que definir como irrepetible y espectacular.
Ojalá cada vez tengas menos de esos días rojos que describía Audrey Hepburn en Desayuno con Diamantes.
Ojalá sigas pensando que eres más de interpretar el papel de heroína que de princesa Disney.
Prométeme que vas a conseguir dar solo importancia a cosas que realmente lo merecen, que lucharás exclusivamente por aquello que merece la pena.
Prométeme que vas a echarle un pulso a la vida, que vas a hacer frente a todas las adversidades que se te pongan por delante y más.
Prométeme que aunque pongas tus sueños por las nubes, seguirás teniendo los pies en la tierra.
No se te olvide ser aquella persona que quieres ser y no lo que los demás esperen que seas.
Permítete el lujo de tropezar con alguna piedra, porque no son errores, sino lecciones y porque además de años, también crecemos a base de daños.
Que nunca se acaben tus metas, tus ilusiones, tus ganas de superarte cada día, de proponerte retos y superarlos. Y sobretodo y lo más importante... Que nunca se apaguen tus ganas de ser feliz y contagiarlo a quienes te rodean.