viernes, 19 de julio de 2013

"Aceptamos el amor que creemos merecer"

Hoy me siento extraña. Algo me pasa y no sé exactamente el que, todo por una simple canción que sin saber en concreto, ha movido algo dentro de mi. Ha arañado la coraza que me protege y ha empezado a urgar entre mis recuerdos y mis sentimientos. Estúpida canción, estúpida melodía que hipnotiza.

A pesar de todo eso, me ha dado para pensar ciertas cosas... Muchas veces nos preguntamos qué nos pasa, porque sabemos que no estamos como siempre, pero no conocemos el motivo. Suele ser cuando tenemos demasiado tiempo libre porque, en vez de dejar la mente libre y descansar, nos da por pensar, pensar demasiado... No sabemos que nos ocurre, no podemos desahogarnos bien, y pasamos un dia horrible, un dia que conforme pasa te vas sintiendo peor y solo deseas que acabe para irte a dormir y que todo pase... Maldita incertidumbre.

A veces se resume en empezar a preguntarse quién estaría a nuestro lado si algo pasase. Quién nos demostraría que nos quiere. Sabemos que esas personas nos aprecian y nos quieren... Pero en ocasiones, necesitamos saber cuánta de toda esa palabrería es verdad, queremos comprobar que todo eso que dicen y prometen es cierto.

Como la  frase de una película dice "aceptamos el amor que creemos merecer". Nos preocupamos demasiado por quien tenemos alrededor sin pararnos a pensar si todo lo que damos nos sera devuelto alguna vez. Estamos tan cegados, que no vemos si nos apoyan lo suficiente, si nos quieren como merecemos... Pensamos que nos dan todo hasta que un día paramos y nos hacemos la misma pregunta una y otra vez ¿Me apreciará tanto como yo?

jueves, 4 de julio de 2013

Nunca me soltaré de tu mano

¿Cuántas veces nos hemos preguntado si algo merece la pena?¿Cuántas veces hemos querido hacer algo pero algo externo nos ha frenado?
El miedo nos frena, nos deja atrás, sin saber que podría haber pasado o que no.
No es que no queramos hacer algo, es que nos da miedo tropezarnos con alguna piedra en el camino, nos da miedo equivocarnos por temor a las consecuencias. Intentamos evitar a toda costa el equivocarnos porque las heridas que nos provoca el tropezar, se van acumulando una y otra vez haciendo cada vez mayor el dolor.
Te caes y te levantas, te caes y te levantas... Así una y mil veces más, con el único objetivo de alcanzar lo que querías. Pero de tanto caerte vas perdiendo fuerza y ganas de seguir. Es ahí, justo en ese momento, cuando esperas que alguien te tienda la mano y te ayude a salir adelante, alguien que te diga que todo irá bien, alguien que te guíe haciendo el camino más sencillo. Cuando te tienden la mano es el momento en el que te das cuenta que no estas solo, que hay quien está dispuesto a ayudarte, a seguir a tu lado pase lo que pase y a defenderte con uñas y dientes.
Muchas veces es cierto que nos tienden manos falsas, maniquíes que si ven que te vas a caer de nuevo se alejan de ti para no tropezarse, que te dejan cuando los necesitas. Pero en un momento dado llega esa persona, ese alguien que te levantará, caminará contigo de la mano y si te caes caerá contigo...pero sin soltarte. Será entonces cuando hayas encontrado la manera de salir siempre adelante a pesar del miedo, a pesar de los problemas y de todas las piedras que puedas encontrarte en el camino.