jueves, 4 de julio de 2013

Nunca me soltaré de tu mano

¿Cuántas veces nos hemos preguntado si algo merece la pena?¿Cuántas veces hemos querido hacer algo pero algo externo nos ha frenado?
El miedo nos frena, nos deja atrás, sin saber que podría haber pasado o que no.
No es que no queramos hacer algo, es que nos da miedo tropezarnos con alguna piedra en el camino, nos da miedo equivocarnos por temor a las consecuencias. Intentamos evitar a toda costa el equivocarnos porque las heridas que nos provoca el tropezar, se van acumulando una y otra vez haciendo cada vez mayor el dolor.
Te caes y te levantas, te caes y te levantas... Así una y mil veces más, con el único objetivo de alcanzar lo que querías. Pero de tanto caerte vas perdiendo fuerza y ganas de seguir. Es ahí, justo en ese momento, cuando esperas que alguien te tienda la mano y te ayude a salir adelante, alguien que te diga que todo irá bien, alguien que te guíe haciendo el camino más sencillo. Cuando te tienden la mano es el momento en el que te das cuenta que no estas solo, que hay quien está dispuesto a ayudarte, a seguir a tu lado pase lo que pase y a defenderte con uñas y dientes.
Muchas veces es cierto que nos tienden manos falsas, maniquíes que si ven que te vas a caer de nuevo se alejan de ti para no tropezarse, que te dejan cuando los necesitas. Pero en un momento dado llega esa persona, ese alguien que te levantará, caminará contigo de la mano y si te caes caerá contigo...pero sin soltarte. Será entonces cuando hayas encontrado la manera de salir siempre adelante a pesar del miedo, a pesar de los problemas y de todas las piedras que puedas encontrarte en el camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario