miércoles, 23 de octubre de 2013

Cuida aquello que merezca la pena

Te acostumbras a algo y de un plumazo, adiós, se te va sin poder hacer nada. Parece ley de vida ese «No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes» Siempre hablamos de él como algo lejano, sabemos que está pero no le prestamos atención. Y es que nos creemos tan perfectos a veces, que siempre pensamos que cuidamos como merece todo aquello que nos rodea. Pero, en realidad es esa ceguera la que provoca que poco a poco vayamos perdiendo aquello que nos importa sin darnos cuenta, hasta que nos vemos solos y ya no hay vuelta atrás.
Hoy en día no cuidamos lo que tenemos, lo mantenemos con lo mínimo hasta ese momento,  el momento en el que estamos solos. Es entonces cuando nos damos cuenta de que lo que queremos ddbemos cuidarlo para mantenerlo, pero ya es tarde. Tarde para recuperar, tarde para cuidar y tarde para reparar el daño que hemos causado con nuestro egocentrismo.

Hablamos sobre esa frase una y otra vez para autoconvencernos y llevarla a cabo, de saber lo que tenemos sin necesidad de llegar a perderlo. Pero eso es imposible, parece que nos vaya el riesgo, que nos guste jugar con fuego para que ver si quema. El problema es que muchas veces ese fuego se descontrola y nos llegamos a quemar, siendo eso el indicador de que aquello que creiamos tener asegurado se nos va, y posiblemente se vaya para no volver.

viernes, 18 de octubre de 2013

No hay cuentos de hadas, ni princesas ni sapos que besar

Lees una novela, otra y otra más. Todas hablan de lo mismo: chica conoce a chico o vicerversa, ambos son de mundos distintos pero se enamoran perdidamente uno de otro. Empiezan bien, luego ocurre algo que les distancia pero, tarde o temprano y dándose cuenta de sus errores, vuelven a estar juntos y todo parece un cuento.
Pues yo digo, mentira, mentira y más mentira. La vida no es fácil, si lo fuera, todo pasaría desapercibido.
El amor aquí consiste en encontrar alguien que se complemente contigo, que te llene. Pero todo tiene sus problemas, sus dudas, sus incertidumbres y sus miedos. No todo es tan sencillo; pruebas, pruebas y vuelves a probar, y por más sapos que besas, nada ni nadie es como esperabas. Tarde o temprano te acaban fallando.
Según los libros, encontrar alguien con quien compartir todo, está al alcance de la mano, a la vuelta de la esquina. Pero según la vida real, todo consiste en caer y levantarse, volver a intentarlo, caerse y levantarse. Buscas y buscas pero no encuentras, te topas con mucha gente, crees que pueden ser esa persona que necesitas, pero terminan por esfumarse.
Nos empeñamos en buscar un amor de libro, buscar besos de película y un encuentro fortuito que haga que tu vida cambie. Sin embargo, buscar no sirve, es más, hay quien afirma que cuando dejas de buscar es cuando encuentras eso que querías.

Y es que quizás es cierto eso de que las cosas llegan cuando dejas de buscarlas, en el momento más inesperado, devolviéndote la ilusión cuando la creías perdida.

jueves, 3 de octubre de 2013

Vidas

Un cafe humeante, las manos rodeando la taza y una mirada perdida pero a la vez fija. Fija en aquellas cosas que te rondan en la cabeza
Cuantas veces me gustaría poder hacer un off en mi cabeza, dejar la mente en blanco y olvidarme de todo, absolutamente de todo. Quizás por ese motivo siempre estoy rodeada de música y libros, buscando salidas, evadiéndome de aquello que me inquieta. Quizás me entrego a un libro para ver otras historias, dejar las mías para sumergirme en algo que me permita olvidarme de todo por apenas unas horas.
También está la música, unas notas sin sentido para algunos, y una vía de escape para mi. Horas y horas intentando entender unas letras y buscando ese origen. Y todo por lo mismo, para entrever otras historias, otros mundos ajenos a mi.
Simplemente eso muchas veces es para autoconvencerme de que hay situaciones peores, pero sobretodo, para saber que siempre hay algo por lo que sonreir y salir adelante.