lunes, 23 de diciembre de 2013

Digamos que...

Digamos que hablo de problemas de los que solo entiende el corazón, los sentimientos. Porque, siendo realistas, pensar con la cabeza no mueve el mundo, pero si el "tener una corazonada" porque ¿Cuantas veces has acertado por no hacer caso a la razón? Más de una, pues con la cabeza nunca arriesgas y yendo a lo fácil y seguro nunca se gana realmente. Estamos hartos de que nos digan "piensa con la cabeza" cuando sabes que eso no te gusta, no te convence, no te llena tanto como actuar con los sentimientos, sean los que sean. Tu cabeza intenta aconsejarte, al igual que quienes te rodean, pero sabes positivamente que solo te sentirás mejor si haces lo que tú y solamente tú deseas y crees que es lo mejor.

Muchas veces veo parejas de la mano, sonriendose, dedicándose mil gestos de cariño y pienso que vivir algo así debe ser algo maravilloso, una sensación diferente a la rutina y que se puede renovar cada cierto tiempo si sabe cuidarse bien. Pero también ves lo malo, ves como se sufre si sale mal, como a veces se llora, como esas personas te cuentan que se sienten vacías porque ya no tienen a ese alguien especial a su lado. Entonces tú dudas, ves que hay siempre una de cal y otra de arena pero que, a veces, se desequilibra mucho la balanza, piensas que no vale la pena sufrir...

Pero de repente, contra toda razón, aparece una vocecilla que te dice "Jamás sabrás lo que te espera si ni siquiera lo intentas"

domingo, 8 de diciembre de 2013

"Me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos"

Echar de menos a una persona es algo que no desearía ni a mi peor enemigo. Que sensación tan de vacío deja en el cuerpo una despedida, y que extraña te sientes cuando lo que has vivido ya es solo un recuerdo, cuando la realidad ya se ha esfumado. Echar de menos significa que algo ha sucedido, que algo se ha accionado dentro de ti que hace que extrañes a algo o al alguien y sientas como una presión en el pecho. No sabes como estás, si bien o mal, te das cuenta que te falta algo y, quizás ese algo sea una parte tuya que esa persona se ha llevado consigo.
Pero extrañar a alguien significa que ha sido real, que ha pasado algo importante y bonito como para que eso suceda. Y además, no tiene por qué ser algo duradero... Es decir, quizás haya un reencuentro que te cure, te reanime, que haga que te sientas mejor
Echar de menos es algo doloroso, triste... Pero eso es señal de que al menos, por unos instantes, fuimos felices

miércoles, 27 de noviembre de 2013

¿Qué sería de ti conmigo?

Y ella se preguntaba: ¿Qué será el enredarme en su pelo?¿Qué será de jugar a encontrar su sonrisa? ¿Qué será entralazar sus dedos con los mios? ¿Qué  será de verme en sus ojos? ¿Qué será el tiempo a su lado? ¿Cómo serán sus buenos días? ¿Y sus buenas noches? ¿Cómo será el pelear por un trozo más de manta?¿Cómo será el que me acaricié el pelo mientras vemos una película? ¿Cómo será recibir un abrazo suyo inesperadamente?
Todo el tiempo ella se preguntaba lo mismo, dedicaba su tiempo a imaginar como sería todo ello junto a él. Pero por más que buscaba no encontraba una historia que realmente le pareciera creible, quizás porque tenía miedo de que no fuese ella la protagonista, quizás porque tuviese miedo de la verdad. Ella podía responder a muchas de esas preguntas, conocía mucho de él. Respondía a todas menos a una... ¿Qué será de sus sentimientos?

jueves, 7 de noviembre de 2013

Bonitas casualidades

Rutina, rutina y más rutina. Cada día lo mismo, te cruzas con gente, ves cada día a quien preferirías que estuviera en la otra parte del mundo. Te sientes encerrada, agobiada, entre las cuatro paredes de una vida monótona y homogénea. Estas rodeada de gente sin más, es cierto que destacan personas que dan mucho por ti y tu por ellas, pero aun así crees que necesitas un giro para que esas personas que aprecias, las cuides y mimes de forma diferente.
Es entonces, cuando ves que no hay más caminos ni salidas cuando aparece alguien que da un giro radical. Irrumpe de golpe y poco a poco te va ganando, se va haciendo con una parte de ti y consigue ese aire renovador que necesitabas. Te ayuda a ver la vida de otra forma, a enfocar los problemas de manera que no te afecten tantísimo, te enseña a ver el lado bueno de las cosas, a que veas su parte positiva para que aunque haya problemas, puedas sonreír al menos una vez al día.
Desgraciadamente esas personas están en peligro de extinción y dar con ellas es como dar con un tesoro. Yo he tenido la suerte de dar con varias personas así de maravillosas que han ido apareciendo en el momento oportuno, haciendo de mi la persona que soy ahora. Creo sinceramente que no hay nada más real , sincero y bonito como encontrar a una persona que te haga evolucionar y sobretodo , y lo más importante, que te haga feliz.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Cuida aquello que merezca la pena

Te acostumbras a algo y de un plumazo, adiós, se te va sin poder hacer nada. Parece ley de vida ese «No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes» Siempre hablamos de él como algo lejano, sabemos que está pero no le prestamos atención. Y es que nos creemos tan perfectos a veces, que siempre pensamos que cuidamos como merece todo aquello que nos rodea. Pero, en realidad es esa ceguera la que provoca que poco a poco vayamos perdiendo aquello que nos importa sin darnos cuenta, hasta que nos vemos solos y ya no hay vuelta atrás.
Hoy en día no cuidamos lo que tenemos, lo mantenemos con lo mínimo hasta ese momento,  el momento en el que estamos solos. Es entonces cuando nos damos cuenta de que lo que queremos ddbemos cuidarlo para mantenerlo, pero ya es tarde. Tarde para recuperar, tarde para cuidar y tarde para reparar el daño que hemos causado con nuestro egocentrismo.

Hablamos sobre esa frase una y otra vez para autoconvencernos y llevarla a cabo, de saber lo que tenemos sin necesidad de llegar a perderlo. Pero eso es imposible, parece que nos vaya el riesgo, que nos guste jugar con fuego para que ver si quema. El problema es que muchas veces ese fuego se descontrola y nos llegamos a quemar, siendo eso el indicador de que aquello que creiamos tener asegurado se nos va, y posiblemente se vaya para no volver.

viernes, 18 de octubre de 2013

No hay cuentos de hadas, ni princesas ni sapos que besar

Lees una novela, otra y otra más. Todas hablan de lo mismo: chica conoce a chico o vicerversa, ambos son de mundos distintos pero se enamoran perdidamente uno de otro. Empiezan bien, luego ocurre algo que les distancia pero, tarde o temprano y dándose cuenta de sus errores, vuelven a estar juntos y todo parece un cuento.
Pues yo digo, mentira, mentira y más mentira. La vida no es fácil, si lo fuera, todo pasaría desapercibido.
El amor aquí consiste en encontrar alguien que se complemente contigo, que te llene. Pero todo tiene sus problemas, sus dudas, sus incertidumbres y sus miedos. No todo es tan sencillo; pruebas, pruebas y vuelves a probar, y por más sapos que besas, nada ni nadie es como esperabas. Tarde o temprano te acaban fallando.
Según los libros, encontrar alguien con quien compartir todo, está al alcance de la mano, a la vuelta de la esquina. Pero según la vida real, todo consiste en caer y levantarse, volver a intentarlo, caerse y levantarse. Buscas y buscas pero no encuentras, te topas con mucha gente, crees que pueden ser esa persona que necesitas, pero terminan por esfumarse.
Nos empeñamos en buscar un amor de libro, buscar besos de película y un encuentro fortuito que haga que tu vida cambie. Sin embargo, buscar no sirve, es más, hay quien afirma que cuando dejas de buscar es cuando encuentras eso que querías.

Y es que quizás es cierto eso de que las cosas llegan cuando dejas de buscarlas, en el momento más inesperado, devolviéndote la ilusión cuando la creías perdida.

jueves, 3 de octubre de 2013

Vidas

Un cafe humeante, las manos rodeando la taza y una mirada perdida pero a la vez fija. Fija en aquellas cosas que te rondan en la cabeza
Cuantas veces me gustaría poder hacer un off en mi cabeza, dejar la mente en blanco y olvidarme de todo, absolutamente de todo. Quizás por ese motivo siempre estoy rodeada de música y libros, buscando salidas, evadiéndome de aquello que me inquieta. Quizás me entrego a un libro para ver otras historias, dejar las mías para sumergirme en algo que me permita olvidarme de todo por apenas unas horas.
También está la música, unas notas sin sentido para algunos, y una vía de escape para mi. Horas y horas intentando entender unas letras y buscando ese origen. Y todo por lo mismo, para entrever otras historias, otros mundos ajenos a mi.
Simplemente eso muchas veces es para autoconvencerme de que hay situaciones peores, pero sobretodo, para saber que siempre hay algo por lo que sonreir y salir adelante.

lunes, 26 de agosto de 2013

Lágrimas desordenadas

«No pudo evitarlo. Notó como la primera lágrima comenzaba a resbalarle, rozando su mejilla y acabando en sus labios, notándola salada»
Asi empiezan o terminan varias historias, la primera lágrima de muchas. Cada una esconde algo, unos momentos que recordarlos  producen emociones. A veces recordamos el daño, la impotencia, la soledad... Pero también la alegría o la felicidad de saber que algo ha salido mejor de lo que esperabas.
Mucha gente no entiende por qué a veces se llora sin un motivo aparente, no entiende que a veces llorar es la única escapatoria de soltar todo lo que llevas dentro. Es una manifestación diferente de los sentimientos, es una forma de no tener que explicar con palabras lo que sucede, simplemente, porque no sabemos cómo.
Las lágrimas encierran historias, historias que a veces necesitamos que salgan a la luz pero sin tener que contarlas. Necesitamos exteriorizar ciertos momentos, ciertas vivencias para respirar de nuevo, para dejar espacio a otros momentos y otras emociones.
Estas historias y estas lágrimas nos hacen como personas, nos construyen poco a poco y nos llegan incluso a proteger de todo aquello que una vez nos hizo daño, pero qye tambien dejan paso a mas emociones que nos haran felices un dia que no esperemos.

viernes, 19 de julio de 2013

"Aceptamos el amor que creemos merecer"

Hoy me siento extraña. Algo me pasa y no sé exactamente el que, todo por una simple canción que sin saber en concreto, ha movido algo dentro de mi. Ha arañado la coraza que me protege y ha empezado a urgar entre mis recuerdos y mis sentimientos. Estúpida canción, estúpida melodía que hipnotiza.

A pesar de todo eso, me ha dado para pensar ciertas cosas... Muchas veces nos preguntamos qué nos pasa, porque sabemos que no estamos como siempre, pero no conocemos el motivo. Suele ser cuando tenemos demasiado tiempo libre porque, en vez de dejar la mente libre y descansar, nos da por pensar, pensar demasiado... No sabemos que nos ocurre, no podemos desahogarnos bien, y pasamos un dia horrible, un dia que conforme pasa te vas sintiendo peor y solo deseas que acabe para irte a dormir y que todo pase... Maldita incertidumbre.

A veces se resume en empezar a preguntarse quién estaría a nuestro lado si algo pasase. Quién nos demostraría que nos quiere. Sabemos que esas personas nos aprecian y nos quieren... Pero en ocasiones, necesitamos saber cuánta de toda esa palabrería es verdad, queremos comprobar que todo eso que dicen y prometen es cierto.

Como la  frase de una película dice "aceptamos el amor que creemos merecer". Nos preocupamos demasiado por quien tenemos alrededor sin pararnos a pensar si todo lo que damos nos sera devuelto alguna vez. Estamos tan cegados, que no vemos si nos apoyan lo suficiente, si nos quieren como merecemos... Pensamos que nos dan todo hasta que un día paramos y nos hacemos la misma pregunta una y otra vez ¿Me apreciará tanto como yo?

jueves, 4 de julio de 2013

Nunca me soltaré de tu mano

¿Cuántas veces nos hemos preguntado si algo merece la pena?¿Cuántas veces hemos querido hacer algo pero algo externo nos ha frenado?
El miedo nos frena, nos deja atrás, sin saber que podría haber pasado o que no.
No es que no queramos hacer algo, es que nos da miedo tropezarnos con alguna piedra en el camino, nos da miedo equivocarnos por temor a las consecuencias. Intentamos evitar a toda costa el equivocarnos porque las heridas que nos provoca el tropezar, se van acumulando una y otra vez haciendo cada vez mayor el dolor.
Te caes y te levantas, te caes y te levantas... Así una y mil veces más, con el único objetivo de alcanzar lo que querías. Pero de tanto caerte vas perdiendo fuerza y ganas de seguir. Es ahí, justo en ese momento, cuando esperas que alguien te tienda la mano y te ayude a salir adelante, alguien que te diga que todo irá bien, alguien que te guíe haciendo el camino más sencillo. Cuando te tienden la mano es el momento en el que te das cuenta que no estas solo, que hay quien está dispuesto a ayudarte, a seguir a tu lado pase lo que pase y a defenderte con uñas y dientes.
Muchas veces es cierto que nos tienden manos falsas, maniquíes que si ven que te vas a caer de nuevo se alejan de ti para no tropezarse, que te dejan cuando los necesitas. Pero en un momento dado llega esa persona, ese alguien que te levantará, caminará contigo de la mano y si te caes caerá contigo...pero sin soltarte. Será entonces cuando hayas encontrado la manera de salir siempre adelante a pesar del miedo, a pesar de los problemas y de todas las piedras que puedas encontrarte en el camino.

martes, 28 de mayo de 2013

Ya no somos uno solo, sino dos almas separadas.

Estoy en el cine, última fila. Pero esta vez el no está conmigo para abrazarme y rozar con sus dedos la comisura de mis labios ni colocarme bien mechones rebeldes de mi pelo. Estoy sola, todo ha terminado. Sinceramente, no se que hago aquí, hundiendo aun más el dedo en la herida, haciendo más profundo el dolor que me oprime el pecho. No he sido yo, el subconsciente me ha traído hasta aquí sin dejarme escapatoria.
Me obliga a recordar, a acordarme de como entrelazaba sus manos con las mías, de como observaba mis labios con picardía para besarlos después con una ternura que ya no sentiré. Me veo entonces sumida en un torbellino de recuerdos, en un mar inmenso en el que me veo rodeada de todos aquellos recuerdos que me trae esa última fila, de los asientos centrales de sala 9. Recuerdo entonces como compartíamos miradas, sonrisas, lágrimas de felicidad, deseos de no vernos separados nunca.
Pero ahora todo ha cambiado. Las miradas dejaron de bastar, entenderse ya no era algo fácil.
Es ahora cuando solo quedan recuerdos de lo que una vez fuimos en todos aquellos lugares que visitamos, donde esperábamos en una cafetería a que nuestros cafés dejaran de arder para entrar en calor tras una tarde de invierno, donde paseábamos una y otra vez compartiendo sueños o ilusiones de un futuro que no ha llegado ni posiblemente llegará.
Pero todo eso ya acabó, el amor ha dejado paso al dolor, a un agujero en el pecho que se hace más y más grande cada vez, a unas lágrimas que caen en la almohada todas las noches en las recuerdo lo que fuimos e intento imaginar lo que podríamos haber sido tu y yo si no fuéramos tu y yo.

jueves, 16 de mayo de 2013

¿Princesa? No,gracias.

A cada tres frases se lee la palabra 'princesa' y chicas deseando ser llamadas así. Mi pregunta es, ¿De qué os sirve si luego no os tratan como merecéis? ¿De verdad queréis ser tratadas como princesas? Ellas siempre han estado sometidas a obligaciones, protocolos y todo tipo de prohibiciones. Jamás una princesa ha sido completamente libre, es más, solo en historias de cuentos de hadas ha conseguido al chico que querían, ese ÉL perfecto, el modelo a seguir. Vosotras en cambio queréis todo, la libertad y el amor; decís querer ser tratadas como princesas cuando lo que en realidad queréis es ser tratadas como cualquier chica merece. No hace falta ningún título, si alguien no es capaz de saber como cuidarte, como mantenerse a tu lado, esa persona no te merece.
Yo no quiero que me llamen princesa cuando no lo soy, no necesito que nadie me regale los oídos con falsas promesas para luego dejarme en la estacada, porque las promesas están para cumplirlas.
Busca a alguien que te demuestre que vale para quererte, que ha aprendido a valorarte, a cuidarte. Busca a alguien con quien compartir momentos, sonrisas, carcajadas, que no hagan palabras. Muchas veces las miradas demostraron sentimientos que las palabras fueron incapaces de expresar

sábado, 20 de abril de 2013

Los ojos son el espejo del alma

- Te quiero.
Fue lo último que le dijo, lo que significaba que todo había llegado a su fin. Quizás porque era el momento, quizás porque no llegaría a buen puerto o porque se había apagado la llama. Él lo sabía, sabía que la perdería, pero era necesario, no quería que ella sufriese por su culpa. Por orgullo de hombre intentó ser fuerte, pero no pudo evitarlo, las lágrimas comenzaron a brotarle de los ojos a la vez que una media sonrisa amarga recordaba todos y cada uno de los instantes que había disfrutado de ella, de sus cálidos abrazos, de sus dulces labios. A la vez que las lágrimas resbalaban poco a poco por sus mejillas comezó a pensar que le faltaban cosas, momentos que compartir, llegó a pensar que había tomado una mala decisión, que a lo mejor se había precipitado. Más de una vez, mientras dejaba atrás a aquella maravillosa chica de la que quizás seguía enamorado, quiso volver, empezar a correr hasta alcanzarla para decirle que no, que todo estaba equivocado y que le era imposible vivir sin ella. Ahora que dejaba todo aquello atrás tenía miedo de sentirse solo, de no saber como reaccionar. A veces sentía que el mundo dejaba de girar, que todo dejaba de tener sentido. Era el precio que él pensó debía pagar por verla realmente feliz, un precio que quizás podría haber evitado si hubiera mirado a través de sus ojos y hubiese descubierto los secretos que encerraba y que ella deseaba que el comprendiese.

viernes, 29 de marzo de 2013

Todo parece sencillo hasta que se complica. Todo parece estar en calma hasta que, de pronto, sin saber cómo ni por qué, tu cabeza se convierte en un torbellino que te deja hecha trizas, que te paraliza durante y unos días en los que no te encuentras ni a ti mismo.
Cuando todo se revuelve, te deja confundido y, en las mayoría de los casos te ataca al corazón, sintiendo entonces un vacío que creías extinguido, que creías haber abandonado hacía mucho en el fondo de un cajón. Vuelven entonces sensaciones que creías olvidadas, te duele el pecho y tu cabeza está a kilómetros de distancia; todo pierde sentido e importancia y no ves la forma de arreglarlo, de resetear y comenzar por enésima vez de cero. Nos encerramos tanto en nosotros mismos que no nos vemos capaces de pedir ayuda a nadie por no saber explicar lo que nos pasa. El bucle se hace más y más grande cada vez y te sientes indefenso, perdido en un mar de dudas, en un mar de sentimientos y sensaciones que no esperabas. Se pierde la confianza en uno mismo y nos encontramos perdidos entre la gente y en un mundo que de pronto parece perder forma y sentido.
Intentas comprender el por qué de lo que te pasa, intentas comprender lo que pasa por tu cabeza, quieres comprenderte a ti mismo , porque sabes perfectamente que solo tú eres capaz de salir del agujero en el que te has visto metido sin aviso. Sin embargo, muchas veces preferimos dejarnos llevar, estamos a merced de nuestra cabeza o nuestro corazón, esperando a que todo pase, pues nos aferramos a un muy repetido "Después de la tormenta llega la calma" aun sin saber a ciencia cierta si esa salida es posible para nosotros.

viernes, 15 de marzo de 2013

¡Felicidad, que bonito nombre tienes!

Hace poco me dijeron que no se podía ser feliz si se tenian preocupaciones. Que gran equivocación, no supieron ver que si hay un millón de cosas que puedan ser problemas, habra dos millones cosas que te harán feliz.

Felicidad es una sonrisa. Felicidad es reir y conseguir que otra persona lo haga. Felicidad es saber que siempre hay una salida para todo. Felicidad es llorar de risa. Felicidad es dibujar sonrisas en personas. Felicidad es saber que alguien va a estar ahi siempre. Felicidad es que te sorprendan. Felicidad es comer chocolate. Felicidad es leer y olvidarte del resto del mundo por un rato. Felicidad es no poder evitar soltar una carcajada en un momento serio. Felicidad es disfrutar cada momento de tu vida como si fuera el último. Felicidad es ver siempre el lado bueno de las cosas. Felicidad es escuchar música y que esta te llegue tanto que sientas que solo existis la música y tú. Felicidad es ver a un niño sonreir. Felicidad es hacer lo que te gusta. Felicidad es abrazar y ser abrazado.
  Felicidad son muchas cosas, pero sobre todo FELICIDAD ES SONREIR A PESAR DE TODO.

sábado, 2 de marzo de 2013

Marcapáginas

Decis siempre haber dejado atrás todo aquello que nos hizo daño, todos esos momentos en los que la sonrisa estaba del revés y los ojos estaban bañados en lágrimas.
Decis que habeis pasado de página, que estamos viviendo otro capítulo de nuestra vida y que preferimos no recordar el pasado. Otros incluso se atreven a decir que han cerrado el libro y comenzado desde cero, que han puesto el contador de sentimientos a cero y que esta vez nada les hará sufrir.
Luego estoy yo, una cabeza loca que piensa que nunca somos capaces de mirar hacia el presente, en una sola dirección. Estoy segura de que hay una fuerza, algo exterior que nos incita a, involuntariamente, volver la vista atrás porque aunque fueran malos momentos, son experiencias vividas, que nos han hecho ser como somos ahora, cosas de las que no podemos deshacernos nunca totalmente y que nos han marcado como personas. Yo soy más de creer en los marcapáginas, pequeños objetos que dejan huella, que marcan un lugar, un sentimiento, unas personas que quizás alguna vez recordemos, y si el rencor nos deja, sonreir porque hemos conseguido ser fuertes y salir adelante dando una patada a todos los obstáculos que nos hicieron difícil el camino. Pero jamás las cosas serán errores, todo lo contrario, serán recuerdos, más o menos buenos, que habrán sucedido por algo. Encontrarás entonces el momento en el cual los recuerdos dolorosos pasen a ser un capítulo más de una apasionante historia, la historia de tu vida.

jueves, 21 de febrero de 2013

Siempre es un si que no acaba nunca.

Hoy en día la gente dice "para siempre" con mucha ligereza, sin ni siquiera pararse a pensar que quizás esas palabras indican un significado mucho mayor del que creen.
Piensan que es algo que se puede decir sin pensar, como quien dice cada mañana "Buenos días", pobres ignorantes, cuanto se equivocan.
Una vez que que esas dos palabras salen de nosotros, nos atamos más a nosotros mismos a esa expresión que a la persona a quien queremos decírselo. Una vez dichas, nos las empezamos a creer y ya no vemos otra posibilidad, otra manera de vivir diferente, y por lo tanto, si en algún momento algo destruye el pacto del "para siempre" nos derrumbamos aun más, la hostia que te das aun es peor.
Eso no quiere decir que a mi no me guste esa palabra, al contrario, seguramente me encante. Pero por eso mismo, al tenerle tanto respeto y aprecio, creo que hay que estar muy seguro de firmar ese contrato, el que nos une a un "siempre", porque es un sí que no termina nunca. Y a veces no nos damos cuenta de que a lo mejor a quien se lo decimos le hagamos mucho más daño si en algún momento se separan los caminos.
Pero como imperfectos que somos, cometemos errores. Por eso cuando lo decimos sin pensar y nos sale mal, nos ayuda a entender que los "para siempre" hay que guardarlos para lo que realmente merece la pena.

viernes, 25 de enero de 2013

Ni todo son rosas ni todo son espinas

Sonreir está bien, te ayuda, pero hay ciertos momentos de tu vida que con ello solo consigues engañarte a ti mismo. De cara al público eres la misma de siempre, esa chica que hace tonterias, rie por todo y por nada a la vez y parece que el resto del mundo le de igual. Muchas veces es así, otras en cambio es una fachada más que trata de restaurar aquello que por dentro esta hecho pedazos. Quieres desahogarte pero no lo ves posible porque se te llegan a juntar tantas cosas que ya no sabes ni por qué estas así. Solo sabes que tienes ganas de poder estar sola contigo misma para llorar e intentar convencerte de que vas a salir adelante, que tarde o temprano la falsa sonrisa se ira para que reaparezcan las risas y las buenas caras.
Tienes que ser fuerte dicen... pues me río yo de esos consejos que todos decimos pero jamás llegamos a aplicar porque simplemente es imposible. La gente no entiende que todos tenemos rachas en las que de repente todo aquello que habias alejado de ti hacía mucho  vuelve dejándote hecha trizas sin oportunidad de seguir.

Pero aunque caigamos, aunque creamos que estamos solos en esto, no siempre es verdad. Entre toda esa gente que conocemos hay una persona que destaca. Es aquella que te ayuda, te presta su hombro, te abre su corazon y te sientes como en casa porque te acoge, te mira sin decir nada pero significando que va a estar siempre ahí, que te apoyará y te levantará si caes porque solo desea lo mejor para ti. Es ahí, justo en ese instante, cuando te das cuenta de que vale la pena sonreir y bailar bajo la lluvia y en vez de quejarte porque te mojas.
Te das cuenta de que al final siempre habrá mínimo una razón más para reir que para llorar.

miércoles, 9 de enero de 2013

No quiero pasar por tu vida como las modas.

Cae la primera, cae la segunda, otra más, caen tan rápido que terminan fundiéndose en una sola continua. Poco a poco me empapan la cara, debo secarlas  sino quiero que me descubran.
Sí, son lágrimas. Yo que dije que empezaría bien el año... que ilusa.
Me he dado cuenta que te echo de menos, más de lo que debería quizás. También me he malacostumbrado, me hiciste creer algo que no tenía ni principio ni final, pero me hiciste sentir especial y yo me confié.
Se de sobras que no hay cuentos de hadas ni princesas, tampoco lo quiero. Pero lo poco que había se esfumó con la salida del sol y no va a volver, el tren pasó una vez y ninguna parte lo cogió.
No se si quiera seguro el porqué de mis lágrimas sino hay ni habrá principio ni final, pero ahora me reprocho cada noche mi indecisión y mi miedo, ese odioso miedo que jamás me dejará avanzar.