miércoles, 9 de enero de 2013

No quiero pasar por tu vida como las modas.

Cae la primera, cae la segunda, otra más, caen tan rápido que terminan fundiéndose en una sola continua. Poco a poco me empapan la cara, debo secarlas  sino quiero que me descubran.
Sí, son lágrimas. Yo que dije que empezaría bien el año... que ilusa.
Me he dado cuenta que te echo de menos, más de lo que debería quizás. También me he malacostumbrado, me hiciste creer algo que no tenía ni principio ni final, pero me hiciste sentir especial y yo me confié.
Se de sobras que no hay cuentos de hadas ni princesas, tampoco lo quiero. Pero lo poco que había se esfumó con la salida del sol y no va a volver, el tren pasó una vez y ninguna parte lo cogió.
No se si quiera seguro el porqué de mis lágrimas sino hay ni habrá principio ni final, pero ahora me reprocho cada noche mi indecisión y mi miedo, ese odioso miedo que jamás me dejará avanzar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario