Siempre he pensado que el mundo es demasiado triste, que debido a sus miles de preocupaciones no son capaces de sonreir, y menos de reir, al menos una vez al día.
Si de verdad todos son iguales, yo debo de ser de otro mundo. No concibo un día que no empiece con una sonrisa y que a ello le sigan unas enormes carcajadas a lo largo de todo el día. Soy una persona que cree que reir es algo necesario cada día, cada hora.
Me da igual que de mayor tenga el doble de arrugas que el resto de las personas, porque demostrará lo bien que he vivido a lo largo de mi vida, lo mucho que he disfrutado de cada instante sin perder ni un minuto.
Es cierto que tengo dias malos en los que parece imposible que vaya a sonreir o reirme, pero en un momento inesperado algo me hace soltar una carcajada, con la cual los problemas son aplastados por una alegría momentánea. Por eso mismo quizás siempre intento sacar sonrisas a cualquier persona que vea que hace horas que se ha despertado y que sigue con la misma cara de pena, cualquier tontería vale si sabes como hacer que esa persona estire los labios formando una bonita sonrisa, porque todas las sonrisas son preciosas, pues expresan la felicidad de una persona en un momento determinado.
Cualquier momento es bueno para reir, no importa donde estés, una carcajada no se puede reprimir es algo totalmente imposible. Asi que no lo dudes, rie, rie con ganas y sientete libre.
Reir no debe ser solo algo esporádico y efímero, debería ser una forma de vida en la cual en cualquier momento podamos apartar los problemas y llenar el alma de alegría. Debería ser tan importante como respirar: inspirar risa y felicidad y expulsar tristeza y caras serias.
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