viernes, 11 de mayo de 2012

No hacen falta palabras.

Silencios incómodos, miradas tímidas y reservadas, el labio mordido, el pelo por detrás de la oreja, ojos qu buscan otros ojos, incapacidad de mantener la mirada que lleva a una risa tonta sin haber pronunciado si quiera una palabra, mejillas sonrojadas, suelo desgastado de tanto mirarlo, un gran nudo en el estómago, balbuceo constante y falta de palabras para expresarte.  

Todo esto se resume en un solo concepto, no hace falta buscarlo en el diccionario, lo sabras en cuanto te ocurra. Se llama... bueno para que decirlo, deducirlo vosotros mismos.

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