Quizás si pusiera algo más de mi parte todo sería más fácil, pero es que me veo tan bien cuando comparto contigo cualquier risa o tontería que me dices para hacerme reír, que me da miedo dar el paso y que todo se caiga y se pierda, como cuando una ráfaga de aire vuela un castillo de naipes que ha llevado mucho tiempo levantar. Yo pensaba que el miedo era para los cobardes, que yo era una persona valiente capaz de enfrentarse a todos tus miedos, pero llegaste tú y me di cuenta de que aun había miedos a los que no había tenido el placer de conocer y que día a día los estoy experimentando debido a todo lo que puedo llegar a sentir cuando estas conmigo. Tengo que decir una cosa, y es que, cuando te vas es como si algo mío también se fuera, como si una parte de mi quisiera protegerte.
No pasamos tanto tiempo juntos ni hablamos tanto como a mi me gustaría pero cada vez que hay una oportunidad, suple todo el tiempo que ha pasado y es como si tan solo hubieran pasado unas pocas horas desde la última vez que me sacaste una pequeña sonrisa y me hicieses reír como a una tonta.
Muchas personas podrán personas pensarán que me conformo con poca cosa, pero, sinceramente, prefiero tener pequeñas dosis tuyas poco a poco, cada cierto tiempo, en vez de hacer algo mal que haga que todo se vaya a la mierda y me quede sin lo poco que antes, por poco que fuese, tenía.
Solo espero que algún día sea capaz de decir todo lo que llevo guardado durante este tiempo y voy a seguir llevando para así quitarme un gran peso de encima. Por que como una vez leí, quien no arriesga no gana. Y yo no soy de las que se conforman con participar
No hay comentarios:
Publicar un comentario